- Comparecencia en la Comisión de Trabajo en el Senado
- Considera la temporalidad una anomalía del mercado laboral español
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, evitó ayer utilizar el adjetivo “integral” en referencia a la derogación de la reforma laboral de 2012. Lo que sí avanzó es que, aunque se pretende abordar “cuanto antes” no se producirá en plena pandemia. E, insistió, que en cualquier caso siempre en el marco del diálogo social. Así lo expuso en su primera comparecencia en la Comisión de Trabajo del Senado que se ha retrasado por el coronavirus.
Por otro lado, la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha insistido en que acabar con la temporalidad es el gran reto que tiene la sociedad española por delante, durante su comparecencia en la Comisión de Trabajo del Senado que había quedado pospuesta por el COVID-19. La titular de Trabajo ha desgranado los grandes ejes de actuación en su ministerio, más allá de las acciones llevadas a cabo para paliar el impacto laboral de la pandemia.
La ministra aseguró que su Ministerio va a seguir trabajando en la derogación de los aspectos “más lesivos” de la reforma laboral “cuando sea posible” porque el país ahora está en una pandemia. Y matizó que en esta primera fase, según se recoge en el programa de Gobierno firmado por el PSOE y Podemos, se abordarían los aspectos más lesivos de la reforma laboral para después, en una segunda, la creación de un Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI. Tal y como explicó la ministra Portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, el pasado viernes.
Sin embargo, nada dijo Yolanda Díaz durante su exposición de la polémica suscitada la semana pasada cuando la diputada de EH-Bildu, Mertxe Aizpurua, desveló que su grupo había firmado un acuerdo con los grupos parlamentarios del Gobierno, PSOE y Unidas Podemos. Se lo dejó para el turno de preguntas. Con razón, pues fue uno de los temas más suscitados por los senadores de la Comisión. Algunos, como la del PP, María Teresa Ruíz-Sillero, el de Vox, Jacobo González-Robatto, y la de Ciudadanos, Carlota Santiago-Camacho, acusaron al Gobierno de dinamitar el diálogo social y haber puesto en peligro la continuidad de la Comisión Tripartita que debe establecer qué sectores continuarán con Ertes de fuerza mayor a partir del 30 de junio
Más concreta, la senadora del PNV, Nerea Ahedo Ceza, pidió a la ministra que aclarará si la Comisión Tripartita de los Ertes sigue en pie. Díaz contestó que “sigue vigente y que el miércoles pasado” cuando se constituyó “había hecho importantes trabajos”.
Obvió la ministra que eso fue antes de que saltase a la luz, a última hora de ese miércoles, el acuerdo firmado entre los tres grupos parlamentarios. La siguiente reunión está prevista para mañana miércoles, pero todavía no se sabe si la CEOE y Cepyme asistirán, pues el jueves Antonio Garamendi dio por “suspendido” el diálogo social tras el acuerdo con Bildu.
Un matiz que pasó por alto la ministra que, en ningún momento, se refirió al enfado mostrado tanto por patronales y sindicatos por la firma del acuerdo con Bildu a sus espaldas. Por el contrario, como si nada hubiese pasado, reiteró la importancia que el Gobierno da al diálogo social, en cuyo marco se desarrollará la reforma laboral.
La ministra, que declaró que uno de los principales objetivos de esta legislatura es combatir la precariedad en el empleo, señaló que las cifras [900.000 empleos destruidos la segunda quincena de marzo, en su gran mayoría temporales] “hablan por sí solas” y demuestran que “muy bien las cosas no se han hecho”.
“La reforma laboral tiene tres señas de identidad: la devaluación salarial, la precariedad laboral y dinamitar la negociación colectiva tal y cómo la conocíamos en España”, apostilló la ministra ante la Comisión de Trabajo del Senado.
Anomalía española
Díaz ha reiterado la anomalía del mercado español frente a otros países comunitarios por el uso de la temporalidad. Como muestra, la ministra explica que de los casi 900.000 empleos destruidos en la segunda quincena de marzo, antes de que se aprobase la prohibición de despedir alegando problemas por la pandemia, solo 122.100 fueron contratos indefinidos y el resto temporales.
Y de los contratos temporales, han sido especialmente afectados, en primer lugar, aquellos que estaban en tiempo parcial y, como colofón, mientras más jóvenes, más riesgo de ser despedidos. Por tanto, contrato temporal, a tiempo parcial de menos de 30 años, incluso de menos de 40 años, concentran el grueso de las correcciones laborales en las crisis.
Por este motivo, la ministra de Trabajo ha insistido que una de los ejes principales de actuación de su ministerio es impulsar un trabajo de calidad, con derechos para combatir la precariedad. En definitiva, un trabajo decente. Un trabajo decente que también se lleva otra de las líneas de actuación que la ministra ha explicado en el Senado: salarios dignos. Una acción, que en opinión de la ministra, será fundamental para activar la economía tras el confinamiento gracias a un mayor consumo.
Los ocho ejes de trabajo de la ministra en esta legislatura son:
– Trabajo de calidad
– Salarios dignos
– Repensar las políticas activas de empleo
– Protección efectiva del desempleo, incluyendo un fondo comunitario contra el paro
– Igualdad real en el mercado laboral, incluyendo la igualdad retributiva
– Seguridad y salud en el trabajo
– Dignifica y potencia el trabajo autónomo
– Potenciar Economía Social
Y como principal herramienta para llevar a cabo estos objetivos, la ministra insiste en el diálogo en tres frentes: el principal, con los agentes sociales, aunque la ministra no ha hecho referencia durante su exposición al congelamiento en que se encuentra tras el enfado de la CEOE por el acuerdo firmado por el Gobierno y Bildu; un segundo foro de diálogo con los grupos parlamentarios y la tercera con las CCAA. Y un cuarto, a nivel internacional.
Fuente; eleconomista.es