La crisis golpeará con fuerza después de verano en la mayoría de negocios

Vivimos casi un espejismo. Convivimos con el coronavirus y vemos como los rebrotes están haciendo que muchas zonas den un paso atrás. Mientras en los lugares donde aún se puede muchos negocios se afanan por facturar lo máximo posible, con la incertidumbre de no saber qué pasará la próxima semana. Y lo cierto es que la crisis golpeará con fuerza después de verano en la mayoría de negocios.

Algunos han abierto otros siguen cerrados. Estos últimos son los que lo tienen más complicado. A medida que pasan los meses y las cuentas no les salen para abrir, los gastos siguen acumulándose y no se ve en el horizonte una salida a corto plazo. Y lo que han logrado levantar la persiana viven con la angustia de tener que volver a bajarla en cualquier momento.

La realidad es que la actividad económica está lejos de recuperar los niveles anteriores a la pandemia. El escenario ha cambiado, también lo han hecho determinados hábitos de consumo, de trabajo, etc. Y esto supone un problema para la mayoría de negocios. Los que se han acogido a un ERTE no podrán despedir por causas objetivas, excepto si es para evitar el concurso de acreedores.

Y todo esto sin un acuerdo en la UE para dotar de fondos a los países para hacer que la recuperación sea más rápida. Esto es un problema para España, pero también para Europa. Y teniendo en cuenta que la mayor parte de las exportaciones y del turismo que recibimos son europeos supone un grave problema para nuestra economía y empresas.

Con todo cuando pase el verano todo apunta a que se avecinan meses muy duros. Las familias contarán con menos dinero en sus bolsillos. Otros no han tenido vacaciones, los más un cambio de aires. Y en septiembre será cuando todos volvamos a asumir que esta es la situación que nos toca vivir.

Las empresas que vivan del turismo tendrán que hacer cuentas para saber si les da para pasar el invierno. Las que recuperan a sus clientes rezarán para que no vuelvan a producirse confinamientos que les obliguen a cerrar. Y muchas de ellas tendrán que empezar a pagar los créditos que pidieron. La situación no tiene visos de mejorar al menos hasta la primavera de 2021, si no se prolonga hasta el próximo verano.

 

Fuente; pymesyautonomos.com

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