Alicante, 8-09-2022.
- Son las que se hacen con muchos y escasos meses de anticipo
- El objetivo: hacerlas menos atractivas para alargar la carrera
Uno de los objetivos del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos ha sido garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, que será especialmente exigido con la jubilación de los ‘baby boomers’. Esa ha sido la principal finalidad de la reforma de las pensiones ideada por José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
La reforma, que se está aprobando por tramos, tuvo en su primera pata la entrada en vigor de cambios en la revalorización de las pensiones, los mecanismos de jubilación demorada y las modificaciones de la jubilación anticipada, un último punto que ha sido uno de los más destacados al tratarse de uno de los objetos de deseo de los trabajadores en los años previos a la edad ordinaria de jubilación.
Las modificaciones de la jubilación anticipada en esta primera pata de la ‘reforma Escrivá’ han afectado a los coeficientes reductores con los que se reduce la pensión de jubilación a los trabajadores para compensar el adelanto de sus jubilaciones. En primer lugar, se ha cambiado la naturaleza de los propios coeficientes reductores, que son mensuales y aplicables sobre la cuantía de la pensión (antes eran trimestrales y aplicables sobre la base reguladora del trabajador).
Además, los cambios en la jubilación anticipada se han realizado con la idea de desincentivar adelantos de muchos meses respecto a la edad de jubilación y adelantos muy cercanos a dicha edad de jubilación. En el primer caso se pretende empujar a los trabajadores a jubilarse con menores tiempos de anticipo y en el segundo se quiere conseguir que los trabajadores accedan a la jubilación sin anticipos. En ambas situaciones se persigue un mismo objetivo: avanzar en el igualamiento de la edad real y la edad ordinaria de jubilación.
Es por eso que la ‘reforma Escrivá’ ha modificado las reducciones de los coeficientes reductores. Sus efectos en la jubilación anticipada voluntaria, aquella que permite hasta dos años de adelanto respecto a la edad ordinaria de jubilación, son claros. Con los nuevos coeficientes algunas jubilaciones aparecen claramente perjudicadas. Son las que se pretenden desincentivar, aquellas que se hacen con muchos o muy escasos meses de anticipo respecto a esa edad de jubilación ordinaria.
Lo más útil es acudir directamente a la lista de nuevos coeficientes reductores para compararlos con los anteriores. Hay que recordar que estos coeficientes dependen tanto de los meses de adelanto de la jubilación como de los años trabajados previamente por el trabajador. Aparecen en la Ley 21/2021, de 28 de diciembre (se puede consultar en este enlace del Boletín Oficial del Estado) y son los siguientes:
Trabajadores de menos de 38 años y seis meses cotizados
Las jubilaciones anticipadas más penalizadas con los cambios son las que se hacen con 24 y 23 meses de adelanto (el máximo), ya que pasan de reducciones de un 16% a un 21% y un 17,60%. Tras ellas las jubilaciones con tres, dos y un mes de anticipo, que pasan de un 2% a un 3,52%, un 3,38% y un 3,26%, respectivamente.
Trabajadores de entre 38 años y seis meses y 41 años y seis meses cotizados
Aquí también son las jubilaciones con 24 y 23 meses de adelanto las más perjudicadas tras la reforma, ya que pasan de un 15% de reducción a un 19% y un 16,50%. Por debajo, las jubilaciones con tres, dos y un mes de anticipo, que suben de un 1,9% a un 3,36%, un 3,23% y un 3,11%, respectivamente.
Trabajadores de entre 41 años y seis meses y 44 años y seis meses cotizados
Otra vez las jubilaciones más penalizadas son las que se realizan con 24 meses de anticipo, ya que pasan de un 14% a un 17% de reducción. Tras ellas, las jubilaciones con tres, dos y un mes de anticipo, que pasan de un 1,8% a un 3,20%, a un 3,08% y a un 2,96%.
Trabajadores con más de 44 años y seis meses cotizados
Aquí las castigadas son las jubilaciones que se hacen con tres, dos y un mes de anticipo, que pasan de un 1,6% a un 3,04%, un 2,92% y un 2,81% de reducción, respectivamente.
Fuente; eleconomista.es