Cómo medir la salud financiera de una pyme

Alicante, 31-03-2021.

Las ratios de solvencia para acceder a financiación se basan en balances saneados y presupuestos organizados

En cualquier momento de la vida de una pequeña empresa, pero mucho más en momentos de crisis como el actual, los propietarios deben medir constantemente la salud financiera de sus compañías. Esta equivale a tener solvencia, que es la capacidad para hacer frente a los pagos. En consecuencia, la salud financiera será mejor cuanta más solvencia tenga la empresa, lo que significará también una mayor fortaleza para hacer frente a situaciones difíciles como la derivada de la pandemia que está teniendo un fuerte impacto en las pymes.

Y para un pequeño empresario, tener solvencia implica contar con tesorería suficiente y un balance saneado, lo que supone, a su vez, un nivel de deuda asumible.

Así lo describe Gloria Batllori, profesora del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de ESADE: “A una empresa pequeña no se le pueden aplicar con tanta eficacia los modelos económicos teóricos que sirven para las grandes, con lo que debe atender a unos principios sencillos que son gestionar muy bien su nivel de endeudamiento y contar con fondos propios”. Esta especialista insiste en que la pyme “ha de ser muy rigurosa con su deuda, lo que consiste en deber menos de lo que se cree que se puede deber”.

Batllori ejemplifica lo que es un nivel de deuda adecuado, dividiéndola en deuda a corto y a largo plazo. La primera, para que se encuentre en un nivel sano desde el punto de vista financiero, “es aquella que se puede devolver, es decir, la que se contrae con un proveedor antes de vender el producto pero que, al producirse la venta, desaparece”. La segunda es más compleja, según la experta, y debe contraerse solo si el empresario está muy seguro de que su negocio va a crecer, tanto como para que, por ejemplo, requiera la construcción de una nueva planta. “Pero, en este aspecto, la pyme tiene que ser muy conservadora”, advierte.

“No endeudarse más allá de lo que se puede afrontar y, a ser posible, nunca más allá de dos meses” es el consejo de José Antonio Martín Herrera, vocal primero de la Junta del Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Madrid. Este profesional afirma que el aspecto financiero de una empresa “ha de tomarse muy en serio” y la deuda es un factor de primer orden. “Ahora, con la pandemia, recomendamos no contagiarse tampoco en lo económico, lo que significa vigilar a los clientes y rechazar los posibles negocios en los que no se esté convencido de que va a haber pago”, afirma.

De nuevo, el nivel de endeudamiento es básico para otro experto empresarial, el secretario general de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), Luis Aribayos, para quien en tiempos de incertidumbre como los actuales “hay que reestructurar todos los gastos operativos, reducir los costes fijos y afrontar la deuda con refinanciación si es necesario”.

 

Protección de la liquidez

Aribayos considera la tesorería de una pyme como la herramienta “fundamental” para comprobar su salud financiera. “Preservar la liquidez en la caja de la empresa para funcionar a uno o dos años vista es primordial en todos los momentos y en la situación actual con más motivo, porque no hay que olvidar que muchas compañías pequeñas están desapareciendo por no haber protegido su tesorería”, señala. Además, hay otro factor muy importante y es que “a la hora de pedir financiación o de refinanciar deudas, las entidades financieras analizan la situación de la tesorería y del balance para calcular la ratio de solvencia de la compañía”, recalca el secretario general de CEPYME.

Martín Herrera comparte esta misma opinión respecto a la importancia de la liquidez, de la caja, en definitiva. “Hay que tener fondos y controlarlos para hacer frente a los gastos fijos y a los que se presenten”, señala y añade que “en estos meses, con la falta casi generalizada de ingresos, la tesorería se ha convertido en un elemento todavía más importante”.

La profesora de ESADE pone el énfasis en que la empresa debe contar con fondos propios para asegurar su solvencia “y, sobre todo, un fondo de emergencia de tesorería”. En estos tiempos de pandemia, “incluso hay que tenerlo más elevado que nunca”, agrega.

Un instrumento de vital importancia para que la pyme mida su salud financiera es el presupuesto de la compañía. Batllori explica que este sirve para controlar la liquidez y seguir la evolución de la empresa. Y en su elaboración no es menos importante la planificación fiscal, “porque los impuestos son un gasto más”. Martín Herrera aconseja realizarlo al empezar el ejercicio fiscal y “revisarlo periódicamente, teniendo muy en cuenta la partida tributaria”.

Ambos expertos coinciden en que un buen presupuesto es una manera muy adecuada para organizar los gastos por partidas, tener controlados los débitos y fijar objetivos. Por otra parte, si se acude a buscar financiación, el orden financiero que otorga un cómputo bien organizado es la mejor carta de presentación, afirman.

 

LA REESTRUCTURACIÓN DEL NEGOCIO

Los consejos de los especialistas para que un empresario determine cuán saludable es su negocio desde el punto de vista financiero se intensifican en la actualidad. Luis Aribayos, secretario general de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), añade al hecho de contar con una tesorería solvente y un nivel de deuda asumible, una reestructuración del negocio. “Si se alarga la crisis, hay que readaptar el plan de negocio, a base de reducir costes o incluso suspender o vender líneas no productivas. Las entidades financieras van a tener muy en cuenta esta readaptación si se les pide un crédito”, explica.

Por su parte, José Antonio Martín Herrera, vocal primero de la Junta del Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Madrid, aconseja que, si la crisis deja sin liquidez a la empresa, existen varias opciones “reconducir el negocio, como está ocurriendo con muchas compañías, o cerrar para no alargar una situación de endeudamiento que puede arruinar a los propietarios de por vida”.

 

Fuente; cincodias.elpais.com

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