Muchas empresas han aprovechado los ERTES para soltar lastre en lo que a gastos laborales se refiere. La mayoría de ellas lo hacen cumpliendo con la ley y los requisitos necesarios para incluir a sus trabajadores en expediente. Pero otras no y el régimen sancionador es muy duro, porque oscilan entre 6.000 y 180.000 las sanciones por infracciones muy graves en los ERTES.
Y hay que tener en cuenta que se impondrá una sanción por cada trabajador con el que se haya cometido una infracción muy grave. Sin embargo, a pesar de ello hay empresas que prefieren lanzar la moneda al aire y esperar que salga cara. Si miramos las posibilidades de que nos inspeccionen son realmente pocas.
No hablamos aquí de un error en la presentación de los datos, sino de un acto deliberado. Según el artículo 23 c) de la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social
“El falseamiento de documentos para que los trabajadores obtengan o disfruten fraudulentamente prestaciones, así como la connivencia con sus trabajadores o con los demás beneficiarios para la obtención de prestaciones indebidas o superiores a las que procedan en cada caso, o para eludir el cumplimiento de las obligaciones que a cualquiera de ellos corresponda en materia de prestaciones”.
Y también el 23 e)
“Incrementar indebidamente la base de cotización del trabajador de forma que provoque un aumento en las prestaciones que procedan, así como la simulación de la contratación laboral para la obtención indebida de prestaciones”
.Y estos son dos de los más utilizados para que trabajadores que no tenían contrato en el momento del ERTE por fuerza mayor se presentara. Algo que en muchos casos ocurre porque son trabajadores que o bien no tienen directamente contrato de trabajo o cotizan a tiempo parcial y trabajan a tiempo completo.
La realidad es que basta una denuncia anónima, que no necesariamente tiene que ser de los propios trabajadores en este caso. Basta un antiguo empleado con el que la empresa no acabó bien, un proveedor al que no se ha pagado etc. para que Inspección se ponga a indagar. Y a pesar de todo tiran la moneda al aire.
Fuente; pymesyautonomos.com