El pánico cunde entre las pymes ante la próxima caducidad de los Ertes por fuerza mayor.

Los empresarios reiteran la necesidad de mantenerlos para “evitar que la gente vaya al paro”.

Tanto CEOE, como Cepyme y las organizaciones patronales sectoriales y regionales, se mostraron alarmadas por las consecuencias catastróficas que auguran para las pymes, tras conocer el plan de desescalada del Gobierno.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, advertía ayer de que muchos pequeños negocios “no levantarán la persiana cuando el plan de desescalada se lo permita, porque no les será rentable”.

Por ello, los empresarios reiteran la necesidad de mantener los expedientes de regulación temporal de empleo (Erte) “para evitar que la gente vaya al paro en lugar de volver a su trabajo”.

Aunque para los empresarios, que se empiece a contar con un calendario para volver a arrancar una buena noticia, piensan que es necesario que el plan de Sánchez, vaya acompañado de medidas complementarias para los sectores con más dificultades, como la hostelería y el turismo.

El miedo de las pymes son las reinversiones a realizar para adaptarse a la nueva normalidad y la rapidez con que van a tener que readmitir a todos los trabajadores incluidos en los Erte, puesto que estos caducan al final del estado de alarma. Durarán, por tanto, tanto como dure esta situación excepcional, que salvo que las cosas empeoren, se cifra entre junio y julio.

Alfredo Aspra, socio responsable del área laboral de Andersen Tax & Legal recuerda que mayoritariamente las empresas se han acogido al de fuerza mayor, que es una versión reducida y urgente ante las restricciones impuestas a la producción para afrontar el Covid-19, que es el que concluye al tiempo que el estado de alarma actual.

Lo que pueden hacer las pymes ahora, es acogerse a un Erte por razones económicas

Con él, las empresas pueden ir recuperando a sus trabajadores progresivamente, de acuerdo con sus necesidades. El problema es que el periodo gradual de acogida es muy corto para que las empresas adquieran la liquidez suficiente para afrontar los costes de toda la plantilla tras el parón de marzo y abril.

Lo que pueden hacer las pymes ahora, es acogerse a un Erte por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción (Etop). Es la modalidad de las grandes empresas.

Se deben negociar la duración y un plan de recuperación de trabajadores con los sindicatos, que concluye al desaparecer las causas que lo han originado. Se debe pactar con los representantes de los trabajadores y recibir el visto bueno de la Administración. En este caso, la empresa paga todas las cotizaciones de los empleados.

Finalmente, se pueden alegar causas sobrevenidas y proceder a despidos individuales o colectivos. Así, como solicitar el concurso de acreedores con la intención de reflotar la empresa o liquidarla.

Fuente; eleconomista.es

 

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