La nueva prórroga exige a las empresas solicitar otra vez esta prestación para todos sus trabajadores antes del 20 de octubre. Los funcionarios del Servicio Público de Empleo Estatal alertan de que muchas personas que estaban cobrando el ERTE hasta ahora podrían dejar de percibirlo en noviembre
Inquietud máxima entre los empleados del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ante la nueva avalancha de Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) que tendrán que tramitar en tiempo récord: entre 400.000 y 740.000 solicitudes en apenas diez días. Una situación que, unida a las carencias de personal y recursos tecnológicos en el SEPE, puede desatar nuevos retrasos e impagos de esta prestación, incluso para aquellos trabajadores que llevaban meses cobrando correctamente los ERTE, según denuncian los propios empleados públicos del organismo.
En virtud del Real Decreto-Ley 30/2020, aprobado el pasado martes por el Consejo de Ministros todas las empresas amparadas por la nueva prórroga de los ERTE tendrán que formular antes del 20 de octubre una nueva solicitud colectiva de esta prestación para sus empleados; se dan por finalizados ‘de facto’ todos los ERTE anteriores al 30 de septiembre.
“Para la tramitación de esta nueva prórroga de los ERTE, la fórmula que se ha elegido consiste en dar de baja todos los que ya están tramitados y volver a iniciar el proceso para aquellas empresas que lo soliciten y que estén entre los sectores que marca el último acuerdo alcanzado entre Gobierno y agentes sociales”, explican fuentes del SEPE.
Según detalló el ministro José Luis Escrivá el pasado martes, hasta el 30 de septiembre había al menos 740.000 personas aún en situación de ERTE. De ellos, unos 400.000 son trabajadores de empresas que forman parte de los más de 40 sectores que podrán solicitar la prórroga de los ERTE, hasta el 31 de enero de 2021, por razones de fuerza mayor. Pero se podrían sumar a ellos decenas de miles de trabajadores más de empresas de otros sectores, como la hostelería o el comercio, que también podrán solicitar la prórroga, pero no por causa de fuerza mayor sino por impedimento o limitación de la actividad como consecuencia de las restricciones de horario o limitaciones de aforo impuestas para controlar la pandemia.
Desde el Ministerio de Trabajo señalan a Vozpópuli que “el Servicio Público de Empleo Estatal está preparado para realizar esta tramitación”. Sin embargo, trabajadores del SEPE y sindicatos ponen en duda que se puedan hacer a tiempo. Tendrán que volver a tramitar, en apenas diez días, entre 400.000 y 740.000 expedientes de personas que ya estaban cobrando la prestación correctamente; o lo que es lo mismo, entre 40.000 y 74.000 solicitudes al día para garantizar que ningún beneficiario de los ERTE sufra retrasos o impagos en noviembre.
“No cobrarán todos en noviembre”
Las empresas tendrán que entregar la solicitud telemática de ERTE para sus trabajadores antes del 20 de octubre, y el día 30 de cada mes se cierran las nóminas de los beneficiarios de las prestaciones para el mes siguiente. Cualquier error de las empresas o gestorías al rellenar los formularios de solicitud colectiva, y la sobrecarga de trabajo de la mermada y “agotada” plantilla del SEPE podrían hacer que muchos trabajadores no cobren el ERTE el 10 de noviembre, según admiten los sindicatos.
“Va a haber trabajadores que no lo van a cobrar en noviembre. Incluso personas que han estado cobrando desde abril sin problemas pueden encontrarse con que el 10 de noviembre no han percibido el ERTE“, indica Josetxo Gándara, responsable de Acción Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) ante la Administración del Estado.
“Vamos a tener problemas para digerir todo esto, porque es como reiniciar la prestación. Las dificultades serán mayores en Madrid, Cataluña y Baleares, que es donde más personas siguen en ERTE”, añade.
Un engorro para las empresas
Durante la negociación de la prórroga de los ERTE los representantes de las empresas también expresaron al Gobierno su sorpresa por tener que pasar de nuevo por el trámite de enviar las solicitudes colectivas para sus trabajadores, según fuentes de la CEOE.
“La CEOE comentó que ese tema iba a suponer una sobrecarga burocrática que podría perjudicar no sólo a las empresas sino también a los trabajadores”, indican las mismas fuentes. “Nos respondieron que la herramienta tecnológica que utiliza el SEPE para tramitar las solicitudes no permitía hacerlo de otra manera”, añaden.
Fuentes del Ministerio de Trabajo consultadas por Vozpopuli señalan que “la situación no es homologable a momentos anteriores” porque los formularios de los ERTE ahora tienen “una entrada única por la sede electrónica y se ha desarrollado un validador que evita los errores en las solicitudes colectivas, lo que permitirá regularizar cualquier tipo de incidencia”.
Esto último se refiere al programa HOPE; una aplicación desarrollada la pasada primavera, en plena primera avalancha de ERTEs. Además de ser la herramienta utilizada por el SEPE para tramitar los expedientes, este programa permite detectar de forma automática errores en las solicitudes enviadas por las empresas, pero no corregirlos.
“El problema es que si el programa detecta alguna incidencia, como errores en el DNI o en la cuenta bancaria, luego hay que subsanarlas a mano y eso lo hacemos las personas que trabajamos en el SEPE, poniéndonos en contacto con las empresas”, explica una funcionaria del Servicio Público de Empleo. “En primavera el HOPE nos sirvió para detectar cientos de miles de incidencias, pero corregirlas lleva un tiempo y ahora sólo vamos a tener diez días“, añade.
Durante las negociaciones, la CEOE comentó que esta situación puede suponer una sobrecarga burocrática que perjudicaría no sólo a las empresas sino también a los trabajadores: “Nos respondieron que la herramienta del SEPE no permite hacerlo de otra manera”
Ya durante la primavera se produjeron retrasos en el pago y hubo trabajadores que no pudieron cobrar los ERTE durante meses por errores en los formularios de solicitud rellenados por las empresas y porque los apenas 7000 trabajadores del SEPE se vieron desbordados al tener que tramitar más de cinco millones de expedientes en tiempo récord.
“Tendremos de nuevo problemas y retrasos, es inevitable. La diferencia es que ahora son 740.000 ERTEs como máximo, no cinco millones, y ya estamos más familiarizados con el proceso”, indica Josetxo Gándara. “El problema grave aquí es que la primera ola de ERTE dejó en evidencia la falta de personal y de recursos tecnológicos que tenemos en el SEPE y no se ha hecho nada más que contratar a 1.500 interinos. No puedes olvidarte del organismo que tiene que gestionar una prestación que afecta a 740.000 personas y que le va a costar al Estado 1.000 millones al mes“, añade este responsable de CCOO.
“La plantilla del SEPE en 2010 era de 11.500 empleados, y ahora sólo somos 7.000”, indica un portavoz de ‘Movimiento SEPE’, una agrupación creada durante el estado de alarma y a la que se han sumado un 12,5% de los empleados del Servicio Público de Empleo Estatal.
“Por mucho que diga la ministra Yolanda Díaz, no se ha aprendido nada de lo que ocurrió en primavera. Se avisó y no se ha hecho nada. Y ahora llega esta segunda ola y nos encontramos igual”, añade.
Ministerio de Trabajo: “El SEPE está preparado”
A pesar del temor de los sindicatos y de los funcionarios del SEPE a esta segunda avalancha de ERTEs, desde el Ministerio de Trabajo señalan a este diario que “el Servicio Público de Empleo Estatal está preparado para realizar esta tramitación” y destacan que en los últimos meses se ha incorporado a 1.500 interinos para reforzar la plantilla y agilizar la tramitación de las prestaciones.
Sin embargo, el propio secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, reconocía este viernes que el volumen de trabajo en el SEPE se ha multiplicado por seis este año. Y en un documento interno, titulado ‘Plan de Choque SEPE 2020-2021’ y al que ha tenido acceso Vozpópuli, la Dirección General del SEPE admite que han sido insuficientes los medios tecnológicos y recursos humanos puestos a disposición de este organismo por parte de la Administración.
“Las aguas no han vuelto a su cauce con el fin del confinamiento ni del estado de alarma. La gestión del SEPE se verá afectada, al menos, durante todo 2020 y 2021, y sus efectos colaterales en forma de gestión de cobros indebidos y litigiosidad tardarán mucho más tiempo en reconducirse, además del incremento de las personas demandantes de empleo que ya se ha producido y ello hablando en el mejor de los escenarios de resolución previsible de la pandemia”, señala la Dirección General del SEPE en el documento.
De hecho, durante la semana pasada, desde las direcciones provinciales del SEPE en algunas provincias con menor carga de trabajo, como León o Almería, se han enviado mails a todos sus empleados públicos para pedir “voluntarios” que ayuden a aliviar la carga de trabajo a las oficinas de Madrid, Cataluña y Baleares ante la avalancha de ERTEs que tendrán que tramitar desde el 20 de octubre.
Fuente; vozpopuli.com